Tratamiento

Ciclofotocoagulación transescleral con láser de diodo

El glaucoma es una enfermedad ocular que se caracteriza por un daño irreversible en el nervio óptico, cuyo factor de riesgo más importante es el aumento de la presión intraocular.

Este daño en el nervio óptico tiene como consecuencia una pérdida de campo visual periférica, que lentamente y de forma asintomática llega al centro de la visión, hasta perder totalmente la visión.

Actualmente existen un gran número de fármacos que pueden controlar el glaucoma. Cuando la enfermedad progresa a pesar del tratamiento médico, tenemos que pasar a un tratamiento quirúrgico, donde cada vez tenemos más opciones.

Desde las cirugía filtrantes perforantes y no perforantes (Trabeculectomía y Esclerectomía profunda no perforante), tenemos las nuevas técnicas de cirugía mínimante invasiva del glaucoma (HFDS). Y ahora disponemos de una nueva tecnología que ocupa un espacio intermedio entre el tratamiento médico y el quirúrgico en el protocolo actual del tratamiento del glaucoma. Es el nuevo láser , para realizar una ciclofotocoagulación transescleral.

¿Qué es la ciclofotocoagulación transescleral?

La ciclofotocoagulación transescleral consiste en un láser diodo que  actúa con micropulsos sobre el cuerpo ciliar del ojo, que es el encargado de producir el humor acuoso, de forma, que tras aplicar el láser, el cuerpo ciliar va a producir menos humor acuoso, descendiendo las cifras de presión intraocular.

Este láser se aplica en quirófano, bajo sedación o con anestesia local del ojo, y con una sonda se aplican masajes sobre el ojo, produciendo el descenso de presión intraocular por su efecto en el cuerpo ciliar.

La gran ventaja es que es un procedimiento  extraocular, no siendo necesario introducirnos dentro del ojo y por tanto evitando riesgo de inflamaciones, infecciones o hemorragias intraoculares.

Se realiza de forma ambulatoria, el paciente tras la intervención quirúrgica se marcha a su casa. El descenso de la presión intraocular que se consigue con este láser es progresiva, siendo su efecto máximo en torno al mes de la cirugía.

La indicaciones actuales para este tratamiento  serían:

  • Intolerancia,incumplimiento, alergias al tratamiento médico tópico.
  • No descenso de la presión intraocular suficiente con tratamiento médico.
  • Paso previo a cirugía filtrante glaucoma.
  • Descenso insuficiente de presión intraocular y alto riesgo de hemorragia intraocular por cirugía filtrante.
  • Descenso del número de colirios para controlar la presión intraocular.
  • Fracasos de cirugías previas.
Arc fox laser

Exámenes previos

La campimetría (estudio del campo visual), la tonometría (toma de la presión del ojo), la gonisoscopía (visualización directa del ángulo iridocorneal), la paquimetría (medida del grosor de la córnea) y la exploración del nervio óptico –ya sea directa o con equipos automatizados como la OCT o HRT– son las pruebas más habituales que se realizan previamente en consulta a los pacientes.

Mediante una revisión oftalmológica completa es posible detectar correctamente el tipo de glaucoma y la fase en la que se encuentra, además de identificar la presencia de otras patologías oculares, para realizar la mejor indicación del tratamiento.

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